ONE PLACE

TAKE #16

Eran las 6 de la mañana cuando escuché como Dongwoon salía del baño sigilosamente mientras buscaba su móvil por la habitación.

-A dónde vas? –pregunté desde el sillón. Me miró con una sonrisa.

-Es pronto para que estés despierta un domingo… anda, métete a la cama y descansa un rato más –me ayudó a levantarme y me metí en la cama casi con los ojos cerrados.

-Tu móvil está al lado de la tele, debajo de tu chaqueta –dije tapándome hasta el cuello. Sonrió, me dio un beso en la frente y se fue después de coger el móvil y la chaqueta.

Anoche nos quedamos dormidos los dos en el sofá viendo la televisión; gracias a él dejé de llorar pronto y me estuvo dando ánimos y haciéndome de reír. Quería que le contase quién era Javier, pero le dije que se lo contaría a todos cuando estuviéramos juntos.

Estuve durmiendo hasta las 10 de la mañana que me desperté por el sonido de mi móvil. Me llegó un mensaje, era de publicidad.. así que, me metí a la ducha para relajarme un poco del día de ayer y cuando salí me vestí tirándome encima de la cama, no tenía ganas de hacer nada.. ni de ensayar, ni de dar una vuelta, ni siquiera de comer; pero no me podía tirar todo el día encima de la cama.

Llamé a Jaejung por teléfono después de que bajé a desayunar a un bar y me dijo que me subiera de nuevo al hotel para cambiarme y que me vistiera de calle pero un poco formal. El tiempo en Corea empezaba a ser realmente frío, así que, opté de nuevo por unos vaqueros pitillo, una camiseta de manga larga, una sudadera beige, una chaqueta de cuero marrón oscura y un gorro de lana blanco.
Le volví a llamar porque no sabía a qué venía que me hiciera cambiar de ropa.. me hizo esperar en la recepción hasta que él llegó.

-Te llevo de turismo –dijo cuando se sentó delante de mí.

-De turismo? Dónde?

-Vamos al Palacio Real y a callejear, para que veas las tiendas, el mercado y el ambiente que se vive en Corea.. llevas una semana aquí y realmente no has visto nada de eso.

Así fue; me llevó al Palacio Real de Corea, con una visita guiada. El palacio por una parte era moderno, todo blanco, jardines verdes con estatuas de porcelana, fuentes grandes… pero por la otra parte, que era la antigua, tenía el estilo típico de Asia, era como un Hanok a lo grande. Todas las estructuras eran de madera, acristalado, patios grandes, abundaban las plantas alrededor de la madera, creando una armonía bastante agradable que te hacía creer que estabas en la antigua Corea. Me encantaba aquello... bueno, mejor dicho, me encanta toda la cultura asiática, sobre todo la antigua. Me sentía como una niña pequeña allí, llena de ilusión, conociendo por fin las cosas en primera persona, no solo viendo vídeos y leyendo blogs.

-Pensé que después del día de ayer y que llevas toda la semana ensayando y cantando... no te vendría mal desconectar un poco no? –dijo Jaejung cuando salimos del coche.

-Realmente lo necesitaba sí… muchísimas gracias Jaejung –le sonreí y él quitó su mirada sonriendo tímido. Empezó a caminar y yo le seguí- dónde me llevas ahora?

-Te llevo a que veas el ambiente coreano que se vive en las calles.-.. y de paso vamos a comer algo por ahí.

Estuvimos mirando tiendas de souvenirs, pulseras, anillos, colgantes, banderitas de todos los países... compré una de España y se la di a Jaejung, mientras que él me dio a mí una coreana, ambos nos reímos cuando nos dimos las banderas y las agitamos, era totalmente irónico.

Viví el ambiente que tiene el mercado, como bien me dijo Jaejung, debía conocer lo bueno, y lo malo de Corea. En cierto modo tenía razón… porque cuando entramos por la primera calle nada más bajar del coche, era como viajar a un sitio totalmente distinto: de la Corea moderna, a la Corea “medio-pobre”... todos los cables enganchados en farolas y postes, carteles caídos, la comida del mercado sobresalía de los puestos… De todos modos, no me pareció desagradable del todo ya que era algo nuevo que estaba conociendo, y yo lo quería saber todo sobre el país en el que iba a vivir a partir de ahora.

Jaejung compró unos palitos de pescado que vendían en uno de los puestos mientras esperábamos para entrar en una carpa que era como un restaurante. Pedimos carne asada acompañada de una botella de soju.

-No me gusta preguntarlo, pero lo necesito hacer –dijo cuando puso la carne en la plancha- estás mejor que ayer?

-El qué? Yo no recuerdo más que un día de ensayo y una fiesta por la noche, y tú? –le sonreí pero sin mirarle a los ojos, derrumbaría mi fachada de “no pasa nada, estoy bien”.

-Ah, no no, yo no recuerdo nada más.. solo recuerdo que bebiste más de la cuenta y después te tuvimos que llevar Dongwoon y yo al hotel –reímos a la vez.

-Me duele un poco la cabeza, no conseguí dormir hasta un poco tarde y creo que tengo algo de resaca.. y tú? Porque tú también bebiste.

-Mmm... no, yo estoy bien.. no bebí apenas, me quise cortar porqueeee.. cuando bebo desvarío mucho.

-Pero ahí está la gracia no? –le rellené el vaso con soju.

-No intentes emborracharme, que tengo que conducir –me cambió el vaso, que el mío estaba vacío.

Realmente Jaejung me gustaba. Era una persona confiable, alguien en quien me puedo apoyar... un amigo realmente. Había hecho mucho por mí sin conocerme realmente… desde que me recogió en el aeropuerto hasta ahora. Le estoy muy agradecida por todo.

-A propósito… sé que necesitas tu tiempo para contarlo, y no voy a presionarte.. pero cuando estés preparada para contarnos a todos.. lo de ayer… hazlo, si sientes la necesidad, si no, no es necesario que lo hagas y todos lo entenderemos.

-Todos me decís lo mismo… -dejé el vaso en la mesa con pesadez.

-Todos? –preguntó curioso.

-Si… ayer Dongwoon se quedó conmigo en el hotel consolándome y animándome… me repetía todo el rato que estáis para lo que necesite, cualquiera de vosotros y que cuando estuviera preparada para contarlo.. que lo hiciera.

-Anoche Dongwoon estuvo en tu habitación? –su cara cambió por completo.

-Sí… no te lo dijo? Osea, cuando fue hacia el parking.

-No, simplemente me dijo que iba a casa paseando, que saldría por la parte de atrás… que necesitaba pensar –miró hacia otro lado, con pena.

-En un principio se iba a ir... pero al final se quedó haciéndome compañía... vimos una película mientras hablábamos y después nos quedamos dormidos en el sofá…

La cara de Jaejung no sabría interpretarla... entre odio, rabia, decepción y pena… pasó por esos 4 estados en un momento. Se puso a comer y en nuestra mesa reinaba el silencio, solo se escuchaba como se hacía la carne.

-Bien, estoy preparada –me miró sin saber a qué me refería- no lo quieres saber? prefiero contártelo a ti primero –simplemente asintió.

Nos fuimos a una cafetería, al fondo de ésta, para estar en un lugar más reservado. Le conté todo acerca de mi pasado con ese hombre. Desde los abusos a mi madre, las palizas, lo que me había hecho a mí desde pequeña hasta las denuncias y órdenes de alejamiento. Jaejung no podía hablar, no sabía que decir; se limitó a sentarse a mi lado y a pasarme un brazo por encima mientras yo ahogaba las lágrimas en su hombro y chaqueta, contándole todo. Cuando le miré, tenía los ojos llenos de lágrimas, hinchados y rojos.

Para cambiar de tema, pagamos los cafés y fuimos a que nos diera un poco el aire. Intenté que Jaejung se riera un poco, porque parecía que él estaba peor que yo.. no se lo esperaba para nada, obviamente.

-Vaaaaa, sonríe! Que si no me cabrearé –dije poniéndome delante de él y levantando su cabeza.

-Perdóname… realmente me quedé muy confuso.. no sabía que habías pasado por tanto…

-Claro que no lo sabías! Pero eso ya quedó en el pasado, no tienes por qué preocuparte. Yo ya estoy bien y eso es lo que importa, no?

-Por supuesto. Lo importante es que has pasado todo ya, y que no tienes por qué preocuparte tu de nada, porque nosotros vamos a estar para protegerte ahora, cuenta con ello –de repente se acercó a mí y me abrazó.

No me lo esperaba… pero mi única respuesta fue sonreír agradecida y corresponder aquel abrazo que tanto necesitaba. Cuando nos separamos fuimos andando hasta donde teníamos el coche que era donde el restaurante donde comimos. Jaejung llamó por teléfono a alguien y no pude saber lo que decían; además de que sus respuestas no es que fueran muy elaboradas… solo escuchaba “podemos ir? ajá, sí, allí nos dirigiremos... gracias!, adiós hyung”.

-Ir? A dónde? –pregunté.

-Quiero darte una sorpresa, para alegrar el día –me dijo sonriendo.

-Pero dame una pista no?

-Sólo te voy a decir que te va a gustar lo que vas a ver –dijo arrancando y conduciendo entre las calles.

-Mira qué listo… si fuera una sorpresa que no me gustase, te las ibas a ver conmigo… -nos reímos los dos.

Bajamos del coche en cuanto aparcamos delante de un edificio grande. Me resultaba familiar, pero no conseguía dar con lo que era.

-Dónde estamos? Qué venimos a hacer aquí? –le pregunté mientras miraba la altura de aquel enorme edificio.

-Venimos a ver los ensayos del concierto de BEAST –dijo con una sonrisa torcida tirando de mi brazo.

“QUÉ??????” grité interiormente. No había pensado realmente en esto... tampoco lo había hablado con él, pero… con qué cara miraré a Dongwoon?...

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